Dejadle hacer
(o la historia de Patufet)

Esta versión dramatizada del relato tiene como objetivo insistir en el verdadero sentido de este cuento tan popular en Cataluña: Patufet, un niño increíblemente diminuto y con una gran barretina, a pesar de los temores de una madre sobre protectora, sale solo por primera vez de casa, un entorno conocido y seguro (aunque no siempre), y se enfrenta, en el exterior, a unas situaciones difíciles que resuelve con éxito, lo que le proporciona seguridad y le ayuda a crecer y a sentirse autónomo e independiente. “¡María, nuestro Patufetito ya es todo un hombrecito!”: esta afirmación, del padre de Patufet al final de este espectáculo de 40 minutos, resume la línea argumental del montaje.

Técnicamente, la puesta en escena de esta versión de En Patufet es muy simple, con pocos elementos, los básicos que intervienen en el teatro de sombras. Para empezar, un foco de luz y una pantalla iluminada, enmarcada por un teatrín (construido para la ocasión y vestido con un tapiz hecho a mano con intenciones escenográficas). Por otro lado, los actores (dos) y los objetos (fabricados artesanalmente), colocados entre el foco y la pantalla, interrumpen la luz y proyectan sombras sobre la tela.